Ya sabes que ante las dificultades, cuanto más alineadas están las personas que trabajan en una Organización, mejor que mejor.
Seguro que has visto en una situación crítica, tu equipo se pone las pilas y responde. Y te preguntas... ¿porqué no son así siempre?
Esta servidora, tiene una visión clara de equipo, de empresa y de objetivos,
Los resultados de negocio, además de preverse, han de contemplar el ánimo de las personas que van a darles alcance.
Y no podemos acordarnos de santa Bárbara cuando truena... osea, solamente cuando no los conseguimos. Para entonces ya será demasiado tarde.
¿Hemos de hablar aún de momentos de cambio? ¿ Hemos de seguir diciendo que la crisis ha afectado? ¿Todavía estamos en el punto de gritar que estamos con el agua al cuello?
Basta ya de esas "conversaciones de bar" (como hoy bien catalogaban los asistentes a uno de mis entrenamientos) que nos llevan a filosofar, a perdernos entre "quejíos y lamentos" y que paralizan las acciones y el pensamiento.
¡Así no se hace! ¿Cuándo nos vamos a enterar?
En este entreno y tras una dinámica que ha tenido su miga, os lo aseguro, se han llegado a definir claramente 8 pasos para la gestión de equipos de trabajo.
Los 8 pasos (por orden)
1. Conocer y creer en el objetivo del proyecto .
Osea, el equipo ha de sentir que la cultura de la empresa ( misión, visión y valores) va con ellos, de modo que comunícala para que la conozcan.
2. Estar motivado, ilusionado y formar parte de...
¿Qué cómo se consigue? ¿qué tal haciendo participar, pero de verdad y con transparencia, en el desarrollo y avance de los proyectos? ¿ Qué tal dejar aportar valor en lugar de cortar las alas haciendo sentir al equipo como sub-empleados? ( lo que viene siendo dar pocas responsabilidades por la falta de confianza verdadera en él).
3. Comunicar con asertividad expresando las necesidades, de forma positiva y con respeto.
Eso significa, hablar aproximando posturas, compartiendo el conocimiento.
Decir lo que se quiere decir, como se debe decir, en el momento apropiado, con palabras ajustadas a la intención con la que se quiere decir. ( Sí, cuando es Sí y No cuando es No, respetando los derechos y huyendo de las interpretaciones).
4. Adaptarse y ser flexible.
Teniendo en cuenta lo que ambas cosas significan: ser tolerante y perseverante en el logro de objetivos a pesar de las dificultades.
5. Seguir la forma de hacer y compartir lo que se sabe.
Seguir es navegar remando a una, acompasados y facilitando el crecimiento a través de canales de transmisión del conocimiento ( abajo las empresas neardentales, arriba las cromañonas).
6. Tener apertura, confianza y compromiso con el equipo y su objetivo.
Para estar atentos a los resultados comunes y huir de las posibles disfunciones del equipo.
7. Entrenar las competencias emocionales y utilizarlas como herramientas y recursos propios.
Recordando que las competencias son habilidades puestas al servicio de las tareas que persiguen los objetivos.
8. Valorar, revisar y celebrar.
Poner en valor, hacer el ya conocido seguimiento, y pase lo que pase encontrar logros que celebrar ( por pequeños que sean).
Lo dicho:
Ni filosofar lleva hoy a ninguna parte, ni anclarnos en la queja sirve para seguir adelante.
Y para muestra, un botón: si el equipo de una empresa que funciona (porque hizo bien los deberes cuando tocaba) ha llegado a esos 8 pasos, quizás podemos tomar ejemplo, ¿verdad?
Conseguir estar todos a una, va a depender de cómo diriges tu negocio y a las personas que te ayudan a conseguir beneficios.
Suelo hacer auditorías blancas de los problemas con gerentes, directivos y emprendedores para analizar, junto a ellos, qué estrategia de liderazgo es la más adecuada en cada situación para solucionarlos.
Si estás en ese caso, puedes agendar una reunión conmigo (sin compromiso) AQUÍ
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